En los últimos años el crecimiento del juego a través de plataformas interactivas está fuera de toda duda. El ritmo exponencial en sus cifras de negocio, y en el número de usuarios hacen que este mercado deba tener una regulación nítida y clara para poder alejar las posibles disfunciones negativas que pueden surgir como consecuencia de la realización de esta actividad de ocio.
El juego responsable debe ser el fin último de todos los agentes inmersos en el juego online, tanto público como privado. Para ello, es necesario implementar medidas para la verificación de identidad de todos los usuarios que vayan a acceder a las plataformas de casino online, eliminando así las dudas que siembra una parte de la población sobre este ámbito de negocio.
Ley de Regulación del Juego
La Ley de Regulación del Juego incide en todos estos aspectos. Entre sus funciones está "el velar por el cumplimiento de la prohibición de participar a los menores de edad, de las personas incluidas en el Registro General de Interdicciones de Acceso al Juego y de las personas incluidas en el Registro de Personas Vinculadas a Operadores de Juego".
Esa ley data del 2012, y como todas las normativas que se refieran a ámbitos tecnológicos deben actualizarse de manera obligada con el paso de los años. Todas las novedades se llevaron a término en abril de 2018, quedando plasmado de una manera nítida todos los procesos de verificación de identidad llevados a cabo por todos los agentes oferentes de juego online.
El auge de los procesos de verificación
El mundo actual se basa en la red de redes para realizar la mayoría de actividades cotidianas. Compras interactivas, acceso a plataformas de pago de televisión o juegos de azar online, tienen la imperiosa necesidad de verificar la identidad de una manera segura de la persona que se encuentra al otro lado de la pantalla de su dispositivo interactivo y que va a realizar esa acción.
En la actualidad los procesos de verificación se han ampliado ostensiblemente, haciendo necesario por parte del usuario en cuestión la aportación de pruebas documentales que verifiquen con total fiabilidad la identidad de esta persona, para no incurrir en delito o afectar a terceras personas con las malas prácticas de usuarios puntuales. Un ejemplo de una medida drástica para garantizar el juego responsable es la imposibilidad de retirar los premios de cualquier juego de azar en los que el beneficiario no haya presentado toda la documentación requerida. Podrán darse de alta y realizar depósitos de hasta 150 euros, pero nunca contar con sus ganancias previamente al cumplimiento de la legislación vigente.
Desde el 30 de marzo de 2019 todos los usuarios nuevos deberán realizar todas estas acciones, buscando con esta ambiciosa legislación la consecución del juego responsable, alejando así las voces críticas de un sector que crece exponencialmente año tras año.