Internet y las nuevas tecnologías han cambiado la manera de trabajar y han influido también en las formas de entretenerse y comunicar de la gente. Al igual que todos los elementos externos a nuestra manera natural de ser, sus abuso puede causar adicción y trastornos psicológicos que llamaremos "modernos".
La comodidad de la tecnología tiene su lado oscuro y esta no es la primera vez que hablamos del asunto. Como todo lo que produce un cambio sustancial en el mundo en que vivimos, el impacto psicológico está a la orden del día, en particular para aquellos que tienen una psique más impresionables. El cambio en los hábitos y en la manera de establecer relaciones interpersonales, se impusieron en parte por la tecnología digital, con Internet como factor determinante.
Las consecuencias de esta transformación están empezando a hacerse visibles, por lo tanto, hemos decidido hacer una lista de las enfermedades psicológicas, ya documentadas, y sometidas a análisis y estudios continuos por los especialistas.
Los trastornos psicológicos en los usuarios de la red son interpretados por los especialistas no sólo como productos específicos de la evolución tecnológica, sino también, y en general, como consecuencias del comportamiento que se refleja en la rutina y los hábitos en los cuales se someten voluntariamente o involuntariamente las personas que tienen ciertas condiciones preexistentes o planificadas.
Analizamos ahora en detalle los problemas que hoy en día están complicando aún más la situación, poniendo la tecnología y su uso indebido bajo el estetoscopio de los expertos.
Nomofobia
En un momento como el actual, donde estamos rodeados de aparatos tecnológicos cuya omnipresencia ha creado el Internet de las cosas, hay un trastorno psicológico llamado nomofobia, o sea la ansiedad patológica que presentamos cuando nos quedamos sin móvil.
El término proviene de la expresión inglesa "no-mobile-phone phobia". En el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, el Dr. Rosen dice que la enfermedad presenta diferentes niveles de participación que van desde la sensación de incomodidad causada por la ausencia de algo,útil para llevar a cabo una determinada actividad, hasta la sensación de inquietud y ansiedad que surge por la incapacidad de usar algo que se considera como una necesidad.
El estudio examinó las personas que están obsesionadas con el móvil y lo llevan siempre consigo, incluso cuando duermen; lo miran todo el tiempo esperando a que algo aparezca en la pantalla o lo controlan para ver si han recibido una notificación.
Efecto Google
Desde que existe Google, con el poder de su algoritmo de búsqueda y la rapidez con la que se puede acceder, ser cultos ya no es una virtud; ni siquiera es tan imprescindible tener una buena memoria, porque no hay nada que nos pueda escapar después de escribir una palabra dada y pulsar Intro. Todo esto, como afirman algunos estudios científicos, puede generar un tipo de adicción: esto hace que el cerebro se acostumbre a no memorizar los datos, ya que están disponibles en ese gran cerebro colectivo que es Internet.
¿Por qué memorizar algo, si los motores de búsqueda nos permiten encontrar toda la información cuando lo necesitamos?
El efecto Google tiene consecuencias ambiguas, ya que puede representar tanto una evolución en la manera de tratar las informaciones y utilizar la capacidades del cerebro para desarrollar la creatividad y la producción de ideas y soluciones, como la aparición de problemas de adicción .
Esto no quiere decir que la búsqueda por Google es algo absolutamente negativo: pero sería bueno usarlo con sabiduría y activar el cerebro de vez en cuando.
Dependencia de los juegos en línea
La incontrolable necesidad de acceder a los juegos en línea, como los videojuegos o los juegos de casino online, como por ejemplo las tragamonedas gratis. Es otra forma de adicción que está afectando los usuarios de la red, por lo que incluso se han fundado centros de rehabilitación.
Uno de estos se encuentra en Corea del Sur, donde aproximadamente el 8% de la población entre 9 y 39 años sufre de adicción a los videojuegos, y están intentando dejarlo. El problema es tan complejo que el Senado del país ha creado la "Ley de Cenicienta", que, entre otras cosas, "corta" el acceso a los juegos en línea a usuarios menores de 16 años desde la medianoche a las seis de la mañana.
En otras partes del mundo, esta dependencia no se ha diagnosticado en niveles alarmantes, y aunque el trastorno no puede crear este tipo de consecuencias negativas, siempre es bueno tener en cuenta que cualquier tipo de abuso es perjudicial y debe ser controlado.
Síndrome de la Llamada Imaginaria
Si tenéis un móvil, hay un 70% de probabilidad de que sois una de aquellas personas que han sufrido al menos una vez del imaginario del síndrome de la "llamada imaginaria". Según los expertos, hay personas que creen que han oído sonar o vibrar el teléfono, y cuando lo miran, no tienen nada; es como si hubieran sufrido una alucinación y se quedan perplejos.
Si esto os ha pasado una o incluso dos veces, no es un problema, es una situación muy común. Pero si os dais cuenta de que sucede muy a menudo, es posible que vuestro cerebro haya desarrollado un impulso o acción asociada con el sonido del teléfono. El cerebro se acostumbra a estar atento al celular, por lo que cualquier impulso de nuestro cuerpo lo asocia a un aviso del dispositivo móvil, incluso si has olvidado tu número de celular.
El experto Larry Rosen escribió en su libro iDisorder que el 70% de los usuarios ha sufrido este síndrome. La razón es simple, hacemos tanto uso del móvil que nuestro cerebro ha asociado directamente el móvil con cualquier impulso que recibe. "Hemos creado nuestro mundo social atado a esta cajita en el bolsillo. Por lo que cada vez que sentimos alguna señal en la pierna se obtiene una explosión de neurotransmisores de nuestro cerebro que puede causar ansiedad o placer", explicó Rosen.
Facebook-depresión
Es una depresión causada por las interacciones sociales, o la falta de ella.Según un estudio de la Universidad de Michigan la depresión entre las personas es directamente proporcional con la cantidad de tiempo que pasan en Facebook.
La gente tiende a publicar sólo buenas noticias en la red social: vacaciones, promociones , fotos, etc. Esto puede erróneamente llevar a pensar que vuestros amigos virtuales están llevando vidas más felices y exitosas que la vuestra.
Esta comparación causa de repente una sensación de insatisfacción. También ocurre que muchas personas se deprimen en Facebook porque no tienen muchos amigos en la red social, y esto produce un efecto de soledad o creen no merecer estas amistades.
Cibercondría
Quien sufre este trastorno, al primer dolor de cabeza está convencido de que tiene alguna enfermedad grave que ha visto, investigado y leído en los foros de médicos y páginas de medicina. Los afectados por la cibercondría suelen autodiagnosticarse y suelen recurrir también a la automedicación basándose en aquello que han leído por internet. Es algo similar a la hipocondría, "afección caracterizada por una gran sensibilidad del sistema nervioso con tristeza habitual y preocupación constante y angustiosa por la salud", pero con Internet como fuente de información y consulta.
"Internet puede exacerbar sentimientos existentes de la hipocondría y en algunos casos provocar nuevas ansiedades", advierten los expertos.
Cybermareo
Se trata de una expresión acuñada en los 90 cuando han empezado a fabricarse los primeros videojuegos como Virtual Boy y otros dispositivos relacionados con la realidad virtual que causaban mareos y desorientación en los usuarios; una sensación similar a la que sufren personas que viajan a gran velocidad, solo que permaneciendo inmóviles
Los expertos explican que este trastorno se produce por el efecto parallax que se caracteriza por una oscilación que se produce en el fondo de la pantalla de un aparato electrónico, el zoom al entrar y salir de las aplicaciones así como mirar imágenes en alta resolución por largo tiempo. En resumida cuenta el cibermareo es causado por la falta de sincronización entre los ojos y el movimiento percibido desde las pantallas. No se trata de una afección grave pero puede generar problemas de salud a largo plazo.
La adicción a Internet
La adicción a Internet se produce cuando la persona advierte el deseo incontrolable de estar en línea todo el tiempo, olvidándose de todos los otros aspectos de su vida diaria.
Psicólogos y especialistas que estudian este tipo de problema creen que la adicción a Internet no es un trastorno porque el problema tiene su origen en alguna otra patología conocida y meno moderna, como la depresión, la ansiedad social o otros déficit.
Naturalmente existen varias formas de adicción a Internet según el tipo de abuso realizado. Entre los más frecuentes nos encontramos cibersexo, Foros de debate ("chat"), Juegos de azar, Búsqueda patológica de información.
Ciertamente, con el tiempo habrá nuevos problemas, ya que la tecnología sigue avanzando influyendo en nuestra vida diaria. Sin embargo, el principal problema es la predisposición a la adicción que implica el mal uso de las herramientas de Internet y de las telecomunicaciones. Por eso es lógico pensar que un uso racional y moderado de estas nuevas tecnologías podría evitar la aparición de estas adicciones.