Hace unos días la Unión Europea alcanzó un acuerdo político sobre la DSA (Digital Services Act), la nueva ley de servicios digitales que obliga a las empresas Big Tech, o las grandes marcas tecnológicas del planeta, a garantizar un mayor control sobre los contenidos ilegales presentes en sus plataformas y tomar más medidas sobre la desinformación online.
DIGITAL SERVICE ACT, QUÉ ES Y QUÉ IMPACTO TENDRÁ EN EUROPA
A redes sociales como Facebook o Twitter, por ejemplo, pero también a otras plataformas como Youtube y Amazon, se les pedirá una mayor responsabilidad moderando los contenidos que serán publicados en cada momento por los propios usuarios. "Un acuerdo histórico sobre el DSA - así lo definió Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión de la UE -. Nuestras nuevas reglas protegerán a los usuarios, garantizarán la libertad de expresión y oportunidades para los negocios".
Sí, porque la verdadera revolución que está a punto de traer la DSA en los 27 estados miembros de la UE, prevé una primera regulación del mundo digital. El texto se basa en el principio de que "lo que es ilegal fuera de línea también se vea y trate como ilegal en línea". El objetivo es proteger el espacio digital de la difusión de contenidos ilegales y garantizar la protección de los derechos fundamentales de los usuarios.
DSA, CUÁLES SERÁN LOS CAMBIOS QUE AFECTARÁN A LAS REDES SOCIALES Y A LAS PLATAFORMAS DIGITALES
La DSA se aplicará, cómo mencionado antes, a las empresas Big Tech, o plataformas consideradas muy grandes y que pueden presumir de más de 45 millones de usuarios activos mensuales en la Unión Europea. En total estamos hablando de una veintena de empresas, entre ellas: Google, Apple, Facebook, Amazon, Microsoft, Tik Tok, pero también diferentes plataformas como Zalando o Booking.
Estas empresas estarán sujetas a requisitos más estrictos y estarán supervisadas por la Comisión Europea en cooperación con los Estados miembros. Deberán evaluar los riesgos asociados con el uso de sus servicios, proporcionando las herramientas adecuadas para contrarrestar y eliminar el contenido considerado problemático. Una vez al año se verificarán los algoritmos de recomendación, evaluados por organismos bajo la supervisión de la Unión Europea. También se impondrá una mayor claridad y transparencia a los datos e información recabados. La Comisión Europea se reservará el derecho de imponer fuertes sanciones a las empresas que cometen infracciones reiteradas. Podrán recibir multas de hasta el 6 % de su facturación mundial.
LA DSA TAMBIÉN SE APLICARÁ A LOS JUEGOS DE AZAR
La DSA también se aplicará al sector de los juegos de azar y de los casinos online regulados por la DGOJ, donde el tema de la seguridad es cada vez más central para evitar comportamientos de juego problemático entre los usuarios. En los últimos dos años, en particular, se han dado grandes pasos para amortiguar las criticidades encontradas en los jugadores, pero esta labor de sensibilización parece no haber sido suficiente para frenar el fenómeno.
Es por esta razón que las medidas incluidas en la DSA podrían facilitar a las grandes marcas del sector del juego. Más protección, mejoras en los sistemas de control y aviso en caso de jugadores problemáticos. El DSA permitirá a las empresas implementar sus propios sistemas, pero requerirá compromiso, dedicación y muchas inversiones. Y esto es lo que más preocupa a los operadores, ya diezmados por una crisis económica provocada primero por la pandemia del Covid-19 y luego por el conflicto ruso-ucraniano. Sin embargo, el DSA sigue siendo un gran paso y tenemos que tener en cuenta y comprender sus beneficios reales.