Han estado provocando el debate durante años, aunque por ahora lo hayan perdido. Pero las criptomonedas se van a convertir pronto en una parte integral de la vida de las personas. En algunos casos han dado lugar a cierta fluidez en las transacciones y aumento del valor de la moneda única, mientras que en otros han generado principalmente preocupaciones.
Hay muchos puntos oscuros en la gestión de las criptomonedas y surgen en su totalidad del informe publicado por el Grupo de Acción Financiera (GAFI). La premisa es muy clara: la criptomoneda aumenta el riesgo de delitos financieros.
El primer punto que se tiene en cuenta es el anonimato. Si por un lado los segmentos virtuales garantizan una mayor velocidad en los pagos, por otro lado atraen grandes franjas del crimen organizado. Estas características, de hecho, se prestan fácilmente al lavado de dinero, contrabando y otro tipo de delitos financieros e informáticos y fraude. El objetivo del GAFI es entonces el de identificar algunos indicadores que podrían sugerir alguna actividad delictiva a través de la criptomoneda. Entre ellas se hallan las características que pueden fomentar la componente del anonimato, como las web peer-to-peer, o la ubicación geográfica, ya que algunos países no cuentan con regulaciones efectivas en lo que concierne criptomonedas y los segmentos financieros. En última instancia están las transacciones irregulares e incoherentes y el origen de los fondos pueden ser importantes para identificar cualquier tipo de acto delictivo.
En el ámbito de los juegos las criptomonedas aparecieron por primera vez hace diez años con el póquer, cuando BitcoinFX organizó el primer torneo de póquer con esta forma de pago. Aunque el tipo de sistema era mucho más rudimentario, la cifra final del torneo ascendía a 1000 bitcoins, mientras que hoy su valor ronda los 10 millones.
¿Cómo funciona en España?
En primer lugar, el juego legalizado debe distinguirse del juego ilegal. De hecho, cada sitio necesita una licencia emitida por los monopolios estatales, algo que no se encuentra en las web ilegales, en las que se eleva el riesgo de poder jugar a favor del crimen organizado. En los casinos online DGOJ generalmente no está permitido, pero algunos tienen la posibilidad de pagar con wallet virtuales. Sin embargo, jugar con criptomonedas es un riesgo en términos de ganancias, puesto que su valor está sujeto a fuertes y frecuentes fluctuaciones, por lo que la ganancia también puede representar una ganancia inferior a la inicialmente prevista, aunque en algunos casos puede ser también superior.
En Gran Bretaña el tema de las criptomonedas en los juegos de azar es menos tabú que en España. Resumiendo, para jugar es importante no solamente el momento sino también el sitio.
En cuanto a las apuestas deportivas, la alarma llega desde Asia: según informes de la Confederación Asiática de Fútbol, el juego ilegal está aumentando con la difusión de uso de las criptomonedas. En consecuencia, el fenómeno de los eventos deportivos amañados se encuentra al alza, sobre todo por lo que concierne los partidos de fútbol. Los informes explican cómo este fenómeno ha sufrido un fuerte declive desde el año 2013, pero la ha repuntado con la introducción de las criptomonedas en el juego ilegal. De hecho el juego ilegal en Asia, por ejemplo en países como China y Bangladesh, representa un negocio con el valor de unos 400 mil millones de dólares, como evidenciado por un informe de Transparency.